jueves, 6 de abril de 2017





Vasos celebratorios

La tierra, el barro, siempre me ha atraído. Disfruto
profundamente el modelar y crear formas que he intuido o que el mismo material me sugiere. El barro me permite expresarme tanto a través de la forma como de las texturas y la composición de la matería.

Me siento alquimista cuando mezclo diferentes elementos para obtener la pasta cerámica que deseo; con la plasticidad, la estructura y el carácter con el que quiero trabajar...cuando incluyo arenas descubiertas en una caminata por el río Orinoco, o lava volcánica recogida en una visita a los orígenes familiares, o tierras de Prades, encontradas en una excursión con mi hijo. Luego el fuego se encarga de transmutar los minerales y dar vida a la pieza que puedes hoy sostener en tus manos.

Hoy inauguramos la muestra "Vasos celebratorios, 1986-2016", y digo inauguramos, porque tanto la gente de la galería Verdi Verd, Franklin y Leo, como Roguer Sanguino, que ha hecho las fotografías de las piezas, y el diseño y realización del montaje de la exposición, han estado muy cerca, en diferentes momentos, de la creación de alguno de estos vasos celebratorios. 

Salud amigos y muchas gracias !  










                                                                                       

Vasos celebratorios

Las piezas cerámicas rituales existen desde tiempos inmemoriales. Con barro, los humanos primero modelaron figuras asociadas a la fertilidad y a las fuerzas vitales de la naturaleza... luego en la época neolítica, apareció el “vacío”, y con él, las vasijas rituales. En esa época y durante mucho tiempo, lo cotidiano y lo ritual eran una sola cosa, una misma realidad.

De igual forma, uniendo lo ritual y lo cotidiano, mis vasos celebratorios surgieron del deseo de brindar y disfrutar esos encuentros donde las esencias de las personas se tocan o al menos, se vislumbran; esos momentos emocionantes cuando sentimos que tenemos algo en común con otros seres humanos, o compartimos una circunstancia, un deseo; e incluso para brindar por las miradas diferentes.

Comencé a crearlos a partir del año 1986. En aquel momento facilitaba clases de cerámica en mi taller Terra 33; en las primeras sesiones, organizaba baños de barro colectivo, así, ese primer contacto y conocimiento del barro se sucedía desde todo el cuerpo. Estas sesiones generaban un espacio-tiempo de encuentro profundo y rituales compartidos, donde la sensación de pertenencia a un todo tenía lugar, culminaban con una reflexión grupal y un brindis con un vaso celebratorio. El uso de estos vasos se fue desarrollando simultáneo con otras facetas de mi obra artística, como ensamblajes, instalaciones y performances.

Los vasos celebratorios se agrupan en cinco series, donde el uso de símbolos, como runas, ideogramas-hexagramas del I Ching, espirales, lunas y soles es frecuente. En los más recientes vasos celebratorios, los símbolos se internalizan y ya no son visibles, con frecuencia reposan sobre una base firme y expresiva que recuerda las estructuras óseas.
En esta exposición muestro por primera vez una recopilación de cada una de las series y tipos de vasos celebratorios que he realizado a lo largo de 30 años; y sigo brindando, en momentos de encuentros y reencuentros, en aperturas y cierres, en rituales de fertilidad y en rituales de despedida.



Hoy, brindo por el contacto con nosotros mismos, por el contacto contigo. Hoy brindo por la vida y por el crecimiento constante que implica.