Vasos celebratorios
La tierra, el barro, siempre me ha atraído. Disfruto
profundamente el modelar y crear formas que he intuido o que el mismo material me sugiere. El barro me permite expresarme tanto a través de la forma como de las texturas y la composición de la matería.
Me siento alquimista cuando mezclo diferentes elementos para obtener la pasta cerámica que deseo; con la plasticidad, la estructura y el carácter con el que quiero trabajar...cuando incluyo arenas descubiertas en una caminata por el río Orinoco, o lava volcánica recogida en una visita a los orígenes familiares, o tierras de Prades, encontradas en una excursión con mi hijo. Luego el fuego se encarga de transmutar los minerales y dar vida a la pieza que puedes hoy sostener en tus manos.
Hoy inauguramos la muestra "Vasos celebratorios, 1986-2016", y digo inauguramos, porque tanto la gente de la galería Verdi Verd, Franklin y Leo, como Roguer Sanguino, que ha hecho las fotografías de las piezas, y el diseño y realización del montaje de la exposición, han estado muy cerca, en diferentes momentos, de la creación de alguno de estos vasos celebratorios.
Salud amigos y muchas gracias !
Vasos
celebratorios
Las piezas cerámicas rituales existen desde tiempos inmemoriales. Con
barro, los humanos primero modelaron figuras asociadas a la fertilidad y a las
fuerzas vitales de la naturaleza... luego en la época neolítica, apareció el
“vacío”, y con él, las vasijas rituales. En esa época y durante mucho tiempo,
lo cotidiano y lo ritual eran una sola cosa, una misma realidad.
De igual forma, uniendo lo
ritual y lo cotidiano, mis vasos celebratorios surgieron del deseo de brindar y
disfrutar esos encuentros donde las esencias de las personas se tocan o al
menos, se vislumbran; esos momentos emocionantes cuando sentimos que tenemos
algo en común con otros seres humanos, o compartimos una circunstancia, un
deseo; e incluso para brindar por las miradas diferentes.
Comencé a crearlos a
partir del año 1986. En aquel momento facilitaba clases de cerámica en mi
taller Terra 33; en las primeras sesiones, organizaba baños de barro colectivo,
así, ese primer contacto y conocimiento del barro se sucedía desde todo el
cuerpo. Estas sesiones generaban un espacio-tiempo de encuentro profundo y
rituales compartidos, donde la sensación de pertenencia a un todo tenía lugar,
culminaban con una reflexión grupal y un brindis con un vaso celebratorio. El
uso de estos vasos se fue desarrollando simultáneo con otras facetas de mi obra
artística, como ensamblajes, instalaciones y performances.
Los vasos celebratorios se agrupan en cinco series, donde el uso de
símbolos, como runas, ideogramas-hexagramas del I Ching, espirales, lunas y
soles es frecuente. En los más recientes vasos celebratorios, los símbolos se
internalizan y ya no son visibles, con frecuencia reposan sobre una base firme
y expresiva que recuerda las estructuras óseas.
En esta exposición muestro
por primera vez una recopilación de cada una de las series y tipos de vasos
celebratorios que he realizado a lo largo de 30 años; y sigo brindando, en momentos
de encuentros y reencuentros, en aperturas y cierres, en rituales de fertilidad
y en rituales de despedida.
Hoy, brindo por el
contacto con nosotros mismos, por el contacto contigo. Hoy brindo por la vida y
por el crecimiento constante que implica.